Merkel se va, los problemas se quedan
Merkel está situada en las antípodas de los carismáticos líderes populistas que tanto daño le han hecho al mundo reciente
El mundo está cambiando. Las piezas de la geopolítica se están reacomodando. Estados Unidos se retiró de Afganistán. China y Rusia eclipsan a Occidente. Los populismos y nacionalismos se erigen peligrosamente. La polarización divide y muchas veces es redituable para los políticos que la aplican. Las crisis migratorias se multiplican por todo el mundo. Atravesamos una pandemia sin precedentes en la historia reciente. La situación ecológica es cada día más preocupante. Y, en medio de todo esto, Angela Merkel se despide del gobierno de Alemania, tras 16 años en su cargo.
Merkel creció en la Alemania Oriental, gobernada todavía por un régimen comunista. Fue testigo de la caída del Muro de Berlín y de la integración de la Unión Europea. No es exagerado afirmar que su trayectoria política simboliza la promesa de fraternidad, prosperidad y libertades que trajo consigo el fin del siglo XX y el principio del XXI. Su liderazgo sólo es comparable con el de dos ingleses: Winston Churchill, quien e…
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