Cecilia, Abril, Debanhi, los “poderosos” y la impunidad
Tres mujeres, todas distintas, pero con un común denominador: no fueron escuchadas por el sistema mexicano y fueron asesinadas. Dos a balazos, una asfixiada.
Un político, un empleado de alto nivel y un fiscal, los tres con acceso al poder económico, social y gubernamental, confiaron en que su cercanía con la clase en el servicio público de la administración de la justicia, de la procuración de la justicia, y su notoriedad como personajes visibles en sus distintos entornos les brindaría impunidad en el asesinato de tres mujeres, también todas distintas, pero con un común denominador: no fueron escuchadas por el sistema mexicano y fueron asesinadas. Dos a balazos, una asfixiada.
Abril.
Ella tenía 46 años, tres hijos, todos adolescentes. Una joven de 18 años y dos varones, de 16 y 14. Era ama de casa, católica activa en asociaciones religiosas en pro de la familia. Durante 25 años estuvo casada con Juan Carlos García, quien había sido un “prominente” empleado de alto nivel, primero dirigiendo Amazon México y posteriormente en calidad de director de comercio digital de Elektra.
En enero de 2019, todavía convaleciente por las graves h…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.