Lo Que Sí
El desencanto con el presente y futuro del país no sólo tiene que ver con la serie de eventos bizarros que vivimos cada día, sino con la impotencia que tenemos ante ellos.
Por Adina Chelminsky
El desencanto con el presente y futuro del país no sólo tiene que ver con la serie de eventos bizarros que vivimos cada día, sino con la impotencia que tenemos ante ellos.
Leer el periódico y las redes, o las conversaciones en la mesa de la familia y amigos, se ha convertido en diatriba deprimente e interminable de lo que NO podemos hacer para salvar a México.
Tenemos las manos atadas. Vemos la tempestad y, ni siquiera, nos podemos hincar.
Nosotros como ciudadanos NO podemos vetar la reforma política, ni sacar al ejército de las calles; NO podemos capacitar a la policía, ni podemos combatir contra el narco o la inseguridad. NO podemos acabar con el circo de las mañananeras ni con el espectáculo marrullero que se ha convertido la competencia entre aspirantes a la candidatura de Morena.
Nuestra voz, fundamental en el ejercicio democrático, se oye por los legisladores y servidores públicos a contentillo; no cuando es algo que le conviene al país sino cuando es algo que le…
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