Curso de género gratis
Cuando mi escuela secundaria dejó de ser solo para mujeres, no cuestioné el por qué de repente perdimos el espacio para practicar básquet.
Cuando mi escuela secundaria dejó de ser solo para mujeres, no cuestioné el por qué de repente perdimos el espacio para practicar básquet; ellos se adueñaron del patio completo para jugar fútbol. Dejé de saltar para anotar canastas y empecé a refugiarme en las bancas esquivando pelotazos.
Eran los noventa y por supuesto que en mi escuela no se hablaba de género, es más, estoy casi segura que las directivas de esa época ni conocían el concepto (lo siento madre Luz Thelma).
Había tres talleres como parte del programa escolar; corrí para tener un lugar en la clase de informática, la verdad es que no hacía falta apresurarme, cambiaron a algunas de mis compañeras a nuestro salón porque en la cocina ya no cabían más.
No era nuestra culpa “elegir” las actividades que encajaban con la construcción social de ser mujeres, era producto del sistema que nos insertaron a través de la historia, los medios, la familia y la escuela, lo que nos invitaba a reproducir estereotipos de género y a señalar…
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