En la vida como en el surf
La vida exige equivocarte para entender no solo el camino correcto, sino dimensionar tu fuerza y tu capacidad de volverlo a intentar, tu determinación de construir una nueva historia.
Si pudiera elegir una metáfora de cómo vivimos nuestra vida, escogería la de un surfista. Sí, a un surfista a veces le lleva años el aprender a dominar el miedo, a encontrar su verdadero equilibrio y aprender la técnica que lo conducirá al éxito. ¿Acaso no es la vida así?
El surfista siempre entra al agua con la esperanza de encontrar la ola perfecta. Comienza a nadar sobre su tabla contra corriente y en el momento que se topa, nada más ni nada menos, con SU ola, se levanta con toda la determinación y arrojo lanzándose en una nueva aventura. Siempre tendrá que mantener su fuerza y equilibrio en todo momento. Su mirada está en un punto fijo… la playa donde quiere llegar. En su mente no hay espacio para el miedo. Y a pesar de todo lo practicado y lo aprendido, muchas veces se equivoca de ola y la fuerza del mar lo arrastra y lo revuelca inesperadamente. Sin embargo, vuelve a salir a la superficie para comenzar una vez más. No queda más que nadar de nuevo contra corri…
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