La vida fuera del espectro
Telefónica Movistar ya es un modelo que la empresa española puede exportar: desde su alianza con AT&T México sus ventas crecieron a doble dígito el número de clientes y la facturación.
México siempre fue una rara avis para Telefónica, el emporio español de telecomunicaciones. Con todo su peso global, con su experiencia en mercados maduros y su expansión incluso en países con economías frágiles, nunca se habían topado con un destino tan difícil para operar.
En julio pasado terminó de entregar al gobierno mexicano la tercera y última parte del espectro radioeléctrico que habían ganado. Decidieron dejar de cargar esa mochila para dedicarse solo a la atención de sus cerca de 25 millones de clientes.
Hicieron un experimento inédito: pagarle a AT&T México en gran parte (y en menor medida a Altán Redes) por el uso del espectro por el que corren sus comunicaciones.
“Es la primera vez que se hace un acuerdo de este tipo en el mundo y creo que es el inicio de una tendencia que comenzaremos a ver en otros países”, me explica Camilo Aya, presidente y director general de Telefónica Movistar México.
México es una rara avis no sólo para los españoles sino para todos l…
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