España non grata
Cuando en una relación bilateral empieza a prevalecer el reclamo por los agravios históricos sobre otras dimensiones, las cosas pueden empezar a ir mal.
Cuando escucho al Presidente de México reclamar al gobierno español “el perdón” por La Conquista, me acuerdo de muchos intentos recientes de reinterpretar la historia en mi propio país, Polonia, y en otros países de la antigua Europa del Este. La Historia ha servido en aquella parte del mundo para reivindicar la justicia y recuperar partes del pasado borradas por distintas relaciones de poder, pero también para dividir, separar y estigmatizar. No cabe duda de que cada pueblo tiene derecho a reescribir su historia y reinterpretar el significado de los acontecimientos históricos, pero cada acción de este tipo tiene también sus consecuencias y puede afectar severamente las relaciones con los países más cercanos.
Desde el inicio de la administración de Andrés Manuel Lopez Obrador hemos observado cómo su discurso ha ido adquiriendo diferentes dimensiones y tintes antiespañoles a la hora de hablar sobre La Conquista, la recuperación del arte prehispánico y las empresas españolas en el secto…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.