La guerra cibernética
Con la invasión de Rusia a Ucrania tenemos ocasión de presenciar por primera vez cómo se combina la guerra cibernética con la guerra convencional.
Ocurrió el 27 de abril de 2007 cuando Estonia, un pequeño país en el Báltico, vecino de Rusia, sufrió una serie de ciberataques dirigidos hacia las páginas web de las principales instituciones de los poderes Ejecutivo y Legislativo, del sistema financiero y de los medios de comunicación. Fue uno de los primeros eventos de esta naturaleza y dimensión que encendió las alarmas en muchas partes del mundo sobre las capacidades de algunos estados –Rusia, en particular– de intervenir en el espacio digital de los demás para generar daños de diferentes tipos.
A partir de ahí, Estonia ha tomado medidas que la sitúan actualmente en los primeros lugares en cuanto a ciberseguridad. Asimismo, las organizaciones regionales, especialmente la Alianza Atlántica, han reaccionado incluyendo la seguridad cibernética en su estrategia y estableciendo el Centro de Excelencia de la OTAN para la ciberdefensa, precisamente en la capital estoniana, Tallin.
Hoy a nadie le sorprende el uso de las herrami…
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