AIFA: sin filias, ni fobias
El nuevo aeropuerto se ha convertido en la materialización de un país dividido, en el que un mismo hecho, un mismo personaje, o como es este caso, un mismo lugar, puede ser la gloria, o el infierno.
Ahí está ya. El sueño de algunos, y una aparente pesadilla para otros. En tiempo, no sé si en forma, se inauguró el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Depende del lado en el que uno vea las cosas, es un trofeo de la Cuarta Transformación, o un monumento a la mala administración que ésta ha tenido durante tres años. Y es que el nuevo aeropuerto se ha convertido en la materialización de un país dividido, en el que un mismo hecho, un mismo personaje, o como es este caso, un mismo lugar, puede ser la gloria, o el infierno.
Por eso vale la pena hacerse a un lado y tratar de ver las cosas como lo que son y lo que no son. Al cierre de esta edición (marzo 28 del 2022) y ya sin la “faramalla” del día de su apertura, esto es y no es el AIFA, sin filias, ni tampoco fobias.
Llegar y salir de él es casi a todas horas del día todo un reto, las obras que se prometieron para darle conectividad, todavía no están al cien, y si no se terminan todas, el éxito del aeropuert…
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