Después de Paola
¿Se imaginan el impacto de ver atravesadas en medio de Insurgentes a un grupo de putas trans enfurecidas cargando un cadáver en una caja abierta?
Por Diana J. Torres
Hay acontecimientos que desgarran de manera irreconstruible la realidad de las sociedades, forzándonos a avanzar sin posible retorno. Uno de ellos fue el transfeminicidio de Paola Buenrostro un 30 de septiembre de hace ahora seis años y las inmediatas acciones de su entorno más cercano, encabezadas por la activista Kenya Cuevas.
A Paola la disparó un wey mientras trabajaba en la calle prostituyéndose cuando se dio cuenta de que era una mujer trans. Su compañera y amiga Kenya no solo presenció y grabó lo sucedido sino que consiguió (exponiendo su vida a un arma de fuego) detener el carro en que viajaba este cabrón y que se efectuara su detención por parte de elementos de la policía. Pero a pesar de tener todas las pruebas, un testimonio presencial, un video, el arma, el cuerpo de la víctima y al culpable, este tipo quedó libre días después (tendría que haber sido prisión preventiva inmediata) y se dio a la fuga. Y no solo eso: en libertad estuvo hostig…
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