No toda la sangre
La sangre menstrual es considerada algo sucio, deplorable, a ocultar, a pesar de ser la única manera absolutamente natural y no violenta que tienen de sangrar nuestros cuerpos.
Por Diana J. Torres
Hace unos meses falleció Nick Zedd, uno de mis cineastas favoritos y se nos fue mucho más pronto de lo esperado (a los 63 años). Llegué a él por una de sus obras, enmarcada dentro del género Cinema of Transgression que él mismo acuñó, llamada "War is menstrual envy", es decir "La guerra es envidia menstrual".
En realidad la película es una hermosa, intensa y surrealista reflexión sobre la guerra pero el título, el solo título, desencadenó en mí, hace más de una década, toda una serie de reflexiones que les quiero compartir sobre la menstruación.
Tras ver el filme de Nick imaginé una explicación medio poética pero bastante legítima para la abominable costumbre que tienen los hombres de matarse entre sí, una causa quizás metafórica para contarle a la Mafalda que llevo adentro por qué tanto derramamiento de sangre. Y ahí les va: vivimos en una cultura espantosa en la que la sangre que expulsamos por el coño de manera cíclica y regular ha sido estigmatiza…
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