Yo sí nací para amar
Me criaron de una manera extraña: con amor. Aborrezco el "fue bello mientras duró".
Por Diana J. Torres
Me criaron de una manera extraña: con amor. Pero no amor condicional sujeto a chantajes o amenazas, no con el amor manoseado de Jesucristo, no con el amor violento de "te golpeo por tu propio bien", o ese interesado que genera deudas a cobrar en el futuro. Me criaron con un amor basado en el respeto a mi persona (sí, mi papá y mi mamá me entregaron la categoría de persona desde el día en que nací) y en la confianza que le tenían a mi inteligencia y mis decisiones.
Crecí con muchas verdades y muchos besos, con hartos abrazos y cariño, porque para ser una "consentida" no se necesitan cosas materiales (de esas no abundaban pero nunca me faltó de nada).
Y digo que fue una manera extraña porque todo ese amor me convirtió en alguien inusual y raro. ¡En un monstruo! De modo que cuando comencé a poner el amor aprendido en práctica, en corto me di cuenta de que la mayoría de las personas no habían crecido igual que yo, y que aquello no iba a ser como yo lo imag…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.