Usar o ser usado, ¿esa es la cuestión?
Uno de los vicios en el sexo es dejar que alguien más se complazca para su propio placer o aprovecharnos de alguien más sin tomar en cuenta el placer ajeno.
Somos responsables de aquello que domesticamos.
El principito, Antoine de Saint-Exupéry.
Uno de los vicios en el sexo, que al fin y al cabos si lo analizamos detenidamente es mejor dicho un vicio muy propio de la afectividad manifestado en relaciones sexuales, es: dejar que alguien más se complazca para su propio placer o aprovecharnos de alguien más sin tomar en cuenta el placer ajeno. ¿Te ha sucedido, o has escuchado o has provocado aquella situación donde tuvieron sexo, desapareció y jamás volvió a llamar? Bien, a eso es cuando me refiero “usar” o “ser usado”, porque a veces parece que las relaciones de pareja suelen ser determinadas por la utilidad o futilidad de la persona y no el hecho de que sea una persona. Pero ¿qué tan adecuado es hablar sobre sexo y sentimientos; placer e individuo; gozo y respeto? Bastante, diría yo.
Cuando hablo sobre sexo y sentimientos no me refiero que a partir de ahora con cada individuo con el que lo practiques vas a tener que formar un…
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