Vagina, terreno inexplorado
¿Cuántas veces has tomado un espejo, lo has llevado hacia tu genital para asomarte y familiarizarte con ésta área?
En mi aventura por investigar qué tanto aman las mujeres a su vagina en nuestro país, me encontré con muchas sorpresas. Lo primero es que a la pobre ni siquiera la llaman por su nombre, adjetivos como: concha, papaya, cosita, colita, parte íntima, entre otras cosas. Lo segundo solo se acuerdan de la vagina, cuando hay exceso de flujo vaginal o al sentir dolor durante el coito.
¿Cuántas veces has tomado un espejo, lo has llevado hacia tu genital para asomarte y familiarizarte con esta área? ¿Has tenido la oportunidad de apropiarte de tu “identidad vulvar” y aceptar su exótica anatomía? ¿Cómo son tus hábitos de higiene íntima? Éstas, entre muchas más interrogantes, quedan en el aire. En nuestra cultura las mujeres fueron educadas para no preguntar, y menos si se trata de su genital. Lo preocupante de esto es que las féminas han cedido la responsabilidad de su vagina a otras personas; de niñas a sus madres, adolescentes a su novio, después al marido, y cada año (si es res…
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