La Cancunización de Oaxaca
Por falta de recursos, mala administración o ignorancia, los gobiernos municipales y estatales conducen –es un decir– el desarrollo local como un mezcalbús sin frenos.
Parecía que la magia de la ciudad de Oaxaca nunca iba a pasar, que permanecería así por siempre. Pero la ciudad colonial más bonita de México está padeciendo lo mismo que otros destinos turísticos del país: su cancunización.
Se trata de un fenómeno que aqueja a algunos sitios turísticos mexicanos, que comienzan con mucho encanto –natural o social–, pero conforme crece el número de visitantes y la oferta local se diversifica, y dada la poca o nula planeación de las autoridades municipales y estatales, pierden su magia original. Les sucedió a Acapulco, Puerto Vallarta, Cancún, Playa del Carmen y más recientemente Tulum. Pero no es un fenómeno exclusivo de las costas: lo vivió Guanajuato con el Festival Cervantino, Tepoztlán y otros “pueblos mágicos”, mientras que San Miguel de Allende cuelga de un hilo.
Llegamos a la ciudad de Oaxaca y su Centro Histórico: antros con barra libre y música a todo volumen en las azoteas, basura en las calles, pintas, restaurantes de alitas y lo que sería u…
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