La lealtad del general
Nunca es buena idea para un orden constitucional democrático dejar crecer al Ejército fuera de su espacio como garante territorial
Se encendió la mesa pública a la que acuden intelectuales, activistas, políticos y poderosos en cuanto el general Luis Crescencio Sandoval se atrevió a hacer explícito su apoyo al actual gobierno de la república.
Ni que fuera para tanto, dijo a la viuda el doitor (perdón, no me aguanté la cita a Chava Flores) Recupero el tono y me sereno para argumentar por qué creo que no es para tanto… eso.
Primero: tienen razón los defensores oficialistas al decir que lo hizo también Salvador Cienfuegos y antes de él una lista de innombrables. Es cierto. La idea de que el Ejército está subordinado sólo al concepto de patria y no al señor que se llama presidente es linda, pero ingenua. El Ejército ha negociado, desde el ascenso del PRI, su papel en el sistema político mexicano con variopintos resultados, pero el mejor, para la vida civil democrática, es el de su ausencia en la renovación de autoridades.
Esa es la clara ganancia de los civiles tricolores, lo que no significa que hayan dejado al Ejérc…
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