Las cosas de quien vienen
Uno de los efectos más perniciosos del gobierno de López Obrador ha sido precisamente que nos importa más de quién vienen las cosas que el hecho en sí.
El otro día leí un hilo de Twitter que daba un ejemplo claro de lo que es un sesgo de confirmación. Argumentaba que muchos usuarios del juego en línea Wordle se habían sentido decepcionados porque el The New York Times lo compró y, según algunos usuarios, esto lo había vuelto más difícil. El hilo demostraba que el periódico no había hecho cambios para dificultar el juego. De hecho, lo había simplificado al eliminar algunas palabras que consideraba muy complicadas. La percepción de los usuarios estaba motivada más bien por una opinión negativa que tenían previa a la adquisición. Es decir, usuarios que de por sí no tenían estima por el NYT le atribuían una intención perniciosa que los lastimaba. Esto nos pasa siempre e incluso nos prevenían nuestras abuelas desde siempre: las cosas de quien vienen.
Uno de los efectos más perniciosos del gobierno de López Obrador ha sido precisamente que nos importa más de quién vienen las cosas que el hecho en sí. El Presidente sale todos l…
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