Diabetes y coronavirus
Lo que realmente me preocupa es que el gobierno mexicano haya aprovechado para insistir en su lucha contra los alimentos procesados en el marco de la pandemia.
Hace 28 años me diagnosticaron diabetes. Por ser aún muy niña, mi preparación para esta condición dependió enormemente de mis papás. Afortunadamente, ambos son obsesivos y además, académicos. Es decir, se dedican a enfrentar problemas desde su análisis intelectual. Concluyeron que la mejor forma de sortear mi enfermedad era conocer todo lo posible acerca de ella.
Rápidamente contactaron a médicos especialistas, me llevaron a coloquios y averiguaron sobre posibles cursos de verano; me pusieron en contacto con una muchacha que también había sido diagnosticada de niña para que me platicara su experiencia y me ayudara a enfrentar el miedo; me compraron un libro (¿o me lo regaló alguien?) en donde explicaban todo de la enfermedad, de las complicaciones, venía además una tabla de alimentos, su contenido calórico y el gramaje de carbohidratos de cada uno. Aprendieron a inyectarme y muy pronto aprendí yo también. En cuestión de meses, mi vida era otra vez normal y así ha sido des…
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