“Normalidad” democrática
Es insólito que el Verde vaya a acompañar a Morena en una reforma que frena la transición a energías limpias.
Soy de la última generación a la que le tocaron las crisis de fin de sexenio del PRI. Soy de la generación que votó por primera vez por la alternancia; que todavía el mismo día de la elección desconfiaba de que el PRI dejara ganar a Fox. “Dejara ganar”, un concepto que en ninguna democracia se entendería. En México era una duda legítima.
No lo sabía hasta hace poco, pero antes del Tribunal Electoral las elecciones las calificaba un colegio electoral que se instalaba en la Cámara de Diputados. Es decir, pasadas las elecciones los mismos diputados que habían sido electos determinaban si sus elecciones habían sido legítimas y legales. Lo más sorprendente es que en algunas ocasiones se concluía que no y, previo un acuerdo entre fracciones parlamentarias, le concedían un espacio al PAN o al Partido Comunista o a algún otro partido menor. En ese entonces, las y los diputados exigían garantías mínimas: una credencial de elector con fotografía, padrones de votación, tinta indeleb…
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