Sin árbitro
Esto es vivir en México. La angustia, la frustración, el coraje de que nadie asuma responsabilidad y, sobre todo, de que nadie haga justicia.
En la esquina de mi casa construyen un edificio. Los sábados los albañiles acompañan su trabajo con música a todo volumen. Heavy metal. No sólo no puedo dormir más, sino que me quedo nerviosa todo el día. La música me altera y no puedo quejarme con nadie.
En la puerta de mi casa, un día sí y otro también, alguien estaciona su coche y tengo que recorrer todos los locales y preguntar si es su coche, si pueden moverlo. Algunos lo hacen inmediatamente, otros me piden que los espere. Siempre pierdo tiempo y no puedo quejarme con nadie.
Alguien denuncia en Twitter que un señor ha envenenado a más de 20 perritos en un municipio de Nuevo León. Sube fotos atroces de animalitos muertos, arroba a todas las autoridades. No hay quien responda.
Un bebé desaparece en la Ciudad de México y aparece en un penal de Puebla. Lo habían sacado de un cementerio, lo llenaron de droga, lo transportaron muerto y lo tiraron a la basura. Las activistas levantan la voz. El gobernador Miguel Barbosa le…
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