¿Amantes o enemigos?
Entiendo que Jada Pinkett Smith no estuviera de acuerdo con lo sucedido, pero, ¿humillarlo públicamente y darle la espalda?
No, no voy a disculpar a Will Smith por su reacción en la entrega de los premios Oscar porque, a pesar de que la cachetada que le propinó a Chris Rock por burlarse de su esposa, dividió opiniones y muchos lo exculpan porque la defendió; mi postura no cambió ni cambiará.
En una entrega de los premios Oscar que fue anhelada tras dos años de confinamiento y una crisis en la industria por el cierre de las salas de cine, un año simbólico donde el mensaje de paz era central por la infamia que acontece en Ucrania, no había cabida para que la nota se la llevara un acto de violencia.
Violencia es violencia y no resuelve nada. Punto. En este caso específico, un acto de barbarie no razonado puede costarle a Will Smith su carrera por no pensar y actuar por instinto. El actor tendría que saber que su éxito y fortuna es por el show business y no tiene, bajo ninguna circunstancia, derecho a exhibir actos primitivos en un evento de entretenimiento de alcance mundial.
Lo que me tiene…
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