El día que Britney Spears me pintó el dedo
“No hay reportero sin suerte”, reza un dicho que escuché muchas veces y que constato que es verdad.
¡Sí! aquel famoso dedo conocido como “Britney señal”. Puedo contarles orgullosa que ese dedo fue para mí. ¿Orgullosa? ¡Claro! Totalmente, porque como reportera fue una hazaña, un logro que hasta la fecha muchos recuerdan.
“No hay reportero sin suerte”, reza un dicho que escuché muchas veces y que constato que es verdad. En mi carrera - además de mucho trabajo y noches sin dormir - he tenido mucha suerte. Les contaré por qué.
Tenía 19 años cuando comencé en este mundo que tanto me apasiona. Mi primer trabajo fue en el programa “La Botana”, no fue como reportera, empecé archivando llamadas. Obvio, no existían redes sociales y en ese momento el auditorio llamaba a los teléfonos del programa para halagar, criticar y también insultar.
Me divertía mucho hacerlo, era gracioso leer las “mentadas”, aunque claro que también había comentarios positivos. Mi labor era separar las llamadas: las que eran para Juan José Origel de un lado, para Adriana Riveramelo por otro (los conductores principales…
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