La ciudad como museo
¿Qué perdemos cuando permitimos que se destruya un inmueble histórico? A veces pareciera que la insistencia en detener esa destrucción surge de un fetichismo hacia las piedras.
Cada tanto tiempo me arroban en un tuit o me mandan un mensaje con imágenes de algún inmueble histórico siendo demolido o intervenido hasta quedar irreconocible. Suelo apoyar las denuncias, ya sea con un simple retuit o aconsejándoles cómo reportarlo ante las autoridades y qué instancias serían las responsables en el caso particular que me comparten. Quizá esa casa o ese edificio termina siendo rescatado y a menudo se logra clausurar la obra (aunque difícilmente de manera permanente), pero siempre me queda la sensación de que lo único que estamos haciendo – tanto vecinos preocupados por la conservación del patrimonio de su colonia, como los profesionales interesados en el tema, e incluso las propias autoridades – es solo reaccionar. Y muy frecuentemente esa reacción llega demasiado tarde.
¿Qué perdemos cuando permitimos que se destruya un inmueble histórico? A veces pareciera que la insistencia en detener esa destrucción surge de un fetichismo hacia las piedras o una nostalgia terca po…
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