Un día suena el teléfono y, ¡zaz! Era la llamada de invitación a Opinión 51. Apenas empezaban y el engranaje que me narraban al otro lado del teléfono era maravilloso. Solo imaginar tanto, tanta creatividad, tanta valentía, tantas reputaciones juntas me enchinaba la piel… me parecía tan PODEROSO, inmensurable; mientras más escuchaba, más mi mente se iba trepando en visualizar la magia que esto nos traería a todas, a todos, a todo.
Y sí, a un año de esta colectividad, en lo personal he aprendido infinito.
De entrada a escribir. Siempre quise hacerlo; encontré en Twitter un espacio que me empezaba a formar en la narrativa, pues aún no me atrevía a dejar correr mi voz más allá de unos cuantos caracteres; necesitaba un empujonzote y ellas confiaron en mí, por lo tanto mi responsabilidad era tomar el reto y mejorar en cada párrafo… Aún me falta mucho, pero poco a poco he ido entendiendo el proceso, cada día la pluma flota un poco más y mis ideas se acomodan mejor.
Para poder e…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.