Las mujeres cantan victoria
El Estado nos debe una política pública decidida a erradicar el acoso, la violación y los feminicidios.
Hace dos años, el 8 de marzo, cuando la pandemia era una noticia aún en el horizonte, las mujeres marchamos en las avenidas de nuestras ciudades, y muchas llevábamos al cuello una pañoleta verde. El símbolo del reclamo de la despenalización del aborto.
No era entonces, ni lo es hoy mismo, el único reclamo de las mujeres al Estado. Pero sí era, en ese momento, el reclamo más emblemático de la lucha por nuestra igualdad: el derecho a decidir sobre la biología de nuestros cuerpos.
Y que aquellas marchas resultaran las más nutridas de la historia del movimiento feminista mexicano, no fue una casualidad. Dos circunstancias coincidían en ello: el movimiento feminista se había revitalizado en el planeta entero gracias al Movimiento MeToo y en México gobernaba la Izquierda –y la Izquierda famosa y mundialmente es feminista.
Un empujón más, una marcha que demostrara nuestra enorme solidaridad de género, una solidaridad que trasciende las generaciones, las clases sociales y las filiaciones polí…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.