¡Qué familias tan incómodas!
Ejemplos de excesos, escándalos y corruptelas de hermanos, esposas e hijos incómodos, abundan desafortunadamente en la historia de este país.
El término nepotismo se refiere a la concesión de diversos cargos o empleos a los parientes o amigos de funcionarios públicos, por el simple hecho de serlo y sin que haya mérito alguno para otorgarlos. En la historia de México abundan ejemplos de esta práctica que, hasta hace poco, se daba por sentado que todos los presidentes hacían, a sabiendas de que nadie podría cuestionar las decisiones en un país donde la presidencia era, como la definía Daniel Cosío Villegas, “una monarquía absoluta, sexenal y hereditaria en línea transversal”. Es decir, durante seis años el presidente era el rey, que podía legar el cargo a quien quisiera, vía el dedazo. Un solo impedimento había para esta tradición, y éste era que por ningún motivo podía ser un familiar consanguíneo. Es decir que, mientras gobernaba, podía poner y deponer a diestra y siniestra, o lo que es lo mismo: hacer lo que se le diera la gana. Eso era en otros tiempos, ahora las cosas son diferentes.
Las historias de cóm…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.