Vacaciones pagadas y otros derechos invisibles
En México la mayoría de la gente pasa la mayoría de su vida trabajando y esto no se traduce en una mejor calidad de vida para ellos, ellas o sus familias.
La semana pasada llevé de vacaciones por primera vez a mi hijo. La empresa en la que trabajo me pagó la semana de ausencia y una prima vacacional que nos permitió pasear y a mí disfrutar inmensamente de mi bebé por siete días completos sin preocuparme por nada más.
Si para usted, lector o lectora, lo que estoy narrando es una obviedad, es también parte del selecto club de personas con derecho al ocio.
Van las cifras: sólo tres de cada 10 madres en México tenemos vacaciones con goce de sueldo y el panorama no mejora mucho para los padres: sólo la mitad pueden decir que tienen este tipo de prestaciones. El primero es un dato de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del primer trimestre de 2018 y el segundo del Cuestionario Ampliado del Censo de Población y Vivienda del Inegi de 2020.
Prácticamente todos (97%) los hombres con hijos o hijas trabajan; el porcentaje es casi idéntico para las mujeres madres. Además trabajamos un montón: jornadas más amplias que en la mayor…
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