Porque ser profesora siempre se hace en comunidad
El camino de ser profesora o profesor nunca es solitario. Esto se hace siempre en comunidad y con personas que te marcan o te dan oportunidades que jamás pensaste que llegarían.
Por Mariana Orozco
La primera vez que me puse una filipina para la que sería mi primera clase de cocina me puse a llorar frente al espejo, emocionada de pensar que a los casi 23 años había encontrado mi lugar en el mundo.
En esa clase la única actividad fue cortar ¡DIEZ kilos! de ingredientes para mejorar mis –nulas– habilidades con el cuchillo. Salí fascinada y pensando que todo era posible.
La persona que me enseñó lo que era cocinar con pasión, cariño y disciplina se llama Karla Hentschel. Después de verme mejorar poco a poco en sus clases, me invitó a trabajar con ella y eso me dio la confianza de pensar que la vida en la cocina era algo que había elegido de manera certera, aunque el cambio de rumbo parecía una cosa que no hacía sentido para muchas personas que me conocían de la carrera de Medicina.
Años después, la vida me llevó a dar clases de cocina.
Empecé a hacerlo con mis amigas y amigos ocasionalmente, y fueron quienes empezaron a echarme porras e impulsarme a hace…
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