¿De qué tienes hambre en tu vida?
Aceptamos la “pancita chelera” de nuestras parejas, pero una lonjita en nosotras es una condena.
Por Martha Carrillo
Cuando era niña y adolescente jamás tuve problemas con el peso corporal, de hecho, la mayoría de la gente me consideraba flaca. Conforme pasaron los años, y sobre todo después de los 40, mis hormonas decidieron activarse de manera distinta y me llevaron a un constante sube y baja en kilos. De verme flaca pasé en muchas ocasiones a convertirme en gordibuena, de estar en mi peso a tener diez kilos arriba, de sentirme ágil a verme pesada. Y así me la viví en una constante montaña rusa en distintos momentos de mi historia.
Por supuesto que el peso tiene mucho que ver con nuestra salud y es vital cuidarlo. Tener kilos de más puede llevarnos a padecer hipertensión arterial, diabetes o complicaciones cardiacas entre otras enfermedades, pero hay un efecto que es silencioso, que debido a nuestro condicionamiento social, va avanzando de manera callada y que,sin darnos cuenta, pega directo en nuestro amor propio: la desvalorización.
Con miles de imágenes bombarde…
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