El depredador sexual
Cuando escribes un personaje es como si dentro de ti habitaran mil voces, energías y máscaras; en cada uno de nosotros existe la posibilidad de manifestar todos los contrastes internos existentes.
Por Martha Carrillo
Yo soy una escritora de ficción y como escritora de ficción me toca encarnar en distintas pieles, darle vida a seres humanos entrañables, heroicos, protagónicos y también a seres despiadados, cínicos y crueles. Cuando escribes un personaje es como si dentro de ti te habitaran mil voces, mil energías y mil máscaras; porque en cada uno de nosotros existe la posibilidad de manifestar todos los contrastes internos existentes: ir del blanco al negro, del bien al mal, de la inocencia a la maldad. ¿Pero de qué depende el camino de vida que tomamos? Existen muchos elementos en juego: nuestra carga ancestral, la herencia, la educación recibida, los principios y valores con los que nos movemos en la vida, las circunstancias, y por supuesto, nuestro nivel de consciencia.
Escuchando un podcast oí la frase: “qué bien hace el trabajo de consciencia cuando la tentación es posible” y sí, todos tenemos tentaciones, ellas son parte de la vida y están ahí para provocarno…
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