Otro sabor, otro saber
¿A qué sabe la esperanza? ¿A cuántas plantas, frutas, verduras e incluso especias y hierbas?
Por Martha Ortiz
Imagina que de tu paladar a tus pensamientos, también acaricias tu olfato. Es decir, lengua, nariz y cabeza participan en un ejercicio de meditación gustativa. Puedes cerrar los ojos o mantenerlos abiertos. Hoy será una larga noche de insomnio, de duermevela y de recetas mal logradas con un sueño ligero interrumpido. Es una sensación emocional que contiene un sabor agrio. Puede haber pesadillas o algo mucho peor: angustia y desesperanza disipada. Nuestro cuerpo sabe a hiel, percibimos el pequeño dolor, también cansancio y pesar.
Esta noche larga transita poco a poco al día y, como siempre y por siempre, el sol sale invicto en su naturaleza femenina y confiable (Helios). Vamos presurosas y presurosos por necesidad y obstinación a preparar un café. Reflexionamos en nuestra alacena-arsenal-alimenticio-medicinal para agregar una larga hoja puntiaguda de eucalipto y la dejamos caer en este oscuro elíxir de adrenalina.
La hoja se suspende en la superficie y se nie…
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