De avenidas y ventanas
La propuesta de Claudia Sheinbaum de añadir el cobro de un impuesto del 2% al monto total de ventas antes de impuestos por el uso de la infraestructura urbana (calles y avenidas) causó revuelo.
La propuesta de la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum de añadir al artículo 307 del Código Fiscal de la Ciudad de México el cobro de un impuesto del 2% al monto total de ventas antes de impuestos por el uso de la infraestructura urbana (calles y avenidas) causó revuelo, memes y descalificaciones de todo tipo. Este impuesto va dirigido a las plataformas tecnológicas que entregan los bienes (alimentos y paquetería, principalmente), extensible quizá a los servicios de taxis, pagadero por los compradores finales que requieren de otros ciudadanos que usan sus automotores, motocicletas y bicicletas para repartirlos. Proceda o no proceda, nos remite a un episodio que ocurrió más o menos como sigue, hace casi 168 años.
Arrancaba el año de 1854 cuando el Benemérito de la Patria o Su Alteza Serenísima, como le gustaba que le llamaran a don Antonio López de Santa Anna, despertó empapado en sudor. Había pasado una mala noche, agobiado por los agujeros en las arcas del gobie…
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