El mejor club
La cultura es y debiera ser materia de instrucción básica, porque el ser humano no solo se nutre de alimentos para el cuerpo, sino para el alma.
Por Mónica Hernández
La pandemia trajo de vuelta muchas viejas costumbres, aunque algunas, como las mareas, se las comienza a llevar conforme se diluye la histeria colectiva, se consigue la inmunidad de rebaño, la selección natural hace de las suyas y la gente retorna a lo que se ha denominado, con mi cara de disgusto, como “nueva normalidad”. Como si antes hubiéramos sido normales.
Una de estas viejas costumbres que volvió fue el gusto por la lectura, que de nuevo comienza a escurrirse, en aras de salir en tropel a cualquier sitio, a inundarnos de gente y a perdernos entre mareas de otros claustrofóbicos obligados. Pero es verdad que cientos, o miles de personas que nunca tenían tiempo para leer, como si fuera cuestión de analizar el contenido mineral de un meteorito, encontraron ese espacio para disfrutar de un viejo pasatiempo mientras duró el encierro. Y en este espacio florecieron los clubes de lectura, que permitieron unir gente en diferentes ciudades, países y ho…
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