Escribir sí es un trabajo
Y es que “escritor/a” no está registrado como una profesión, sino como una pasión, un oficio, un trabajo que se hace robándole horas a otros más “serios” y retribuidos.
Por Mónica Hernández Mosiño
Por casualidades que nunca lo son del todo, mis ojos se posaron sobre un artículo publicado en Argentina* acerca de un novedoso tabulador que serviría de guía a los y las escritores (género indistinto) de aquel país para saber cuánto cobrar por los diferentes trabajos que se realizan en esta profesión: talleres, presentaciones, jurados, reseñas, conferencias y en general, por usar el tiempo juntando letras y formando palabras.
El artículo hace una graciosa referencia a que la remuneración por estos trabajos es, casi siempre, el prestigio, pero este nunca alcanza para pagar el súper. Y es tan cierta esta afirmación que dedicarle largas horas a un teclado, ya sea para escribir algo para uno o para alguien más, suele ser pagado con reconocimiento. Incluso muchos premios se pagan con la publicación del texto, como si eso pasara a engrosar la cuenta del banco. Lastimosamente, este caso es más frecuente para las mujeres, como muchas sabemos …
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.