No me siento mexicana
Sé que soy mexicana cuando se centralizan las decisiones educativas y también cuando los caciques locales se toman las universidades por su cuenta.
Robo la frase sin pudor al filósofo español Fernando Savater, pero bien podría habérsela quitado al pensador inglés Bertrand Russell. Ninguno de los dos, hombres libres como ha habido pocos, es partidario del patriotismo; pero no me engaño, su construcción intelectual se anida en un escenario que no se puede obviar y que no es el nuestro.
El primero, cuya frase completa es “No me siento, sino que me sé español”, reflexiona a partir de la intensificación de los afectos más cercanos, los conflictos separatistas en España; la necedad y ceguera de su gobierno central, también los crímenes y el terrorismo de los secesionistas. La intensificación de ese sentimiento de pertenencia, pasado por el tamiz de lo genético y el “no a los otros” es un peligro.
Por su parte, la oposición de Russell al patriotismo se inserta en un contexto de guerras internacionales. Justamente en el momento en que los gobiernos aludían a ese sentimiento fraterno para conquistar los países aledaños o defenderse de esto…
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