Nos hemos convertido en un número
Hoy escribo sobre aerolíneas, pero en realidad sucede en cualquier industria. Los empresarios modernos únicamente ven la utilidad y rentabilidad a reportar cada trimestre, se les olvida el lado humano
¿En qué momento aceptamos que las empresas nos traten como un número?, tal vez si lo somos en términos económicos, pero ¿en dónde ha quedado la idea de ofrecer una agradable experiencia al cliente? Ahora pareciera que lo que se ha normalizado es la mediocridad para dar el servicio y agacharnos sin retobar, para recibirlo.
Trabajé en tres empresas que me convirtieron en una obsesiva del servicio al cliente, del principio “el cliente es primero”. Pienso que si alguien te brinda de su tiempo y de sus recursos, aunque tenga una necesidad, el compromiso debe ser ofrecerle a cambio una experiencia agradable y lo más importante, aportar valor.
Hace unos días fui a Monterrey y volé por segunda vez con Viva Aerobus. No me gusta esa aerolínea porque te hace sentir un número, prácticamente te cobra por existir y respirar. Esta vez tocó. Salí de la terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Tenía más de un año de no pisarla y está en un abandono absoluto, el azulejo del pasill…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.