Decisiones que te cambian
A veces me harto de tanto decidir y me dan ganas de mandar todo a volar.
Es un hecho que nuestra vida gira en torno a las decisiones que tomamos todo el tiempo, algunas tan simples como: ¿qué me pongo?, ¿qué camino tomo? ¿qué como? y una interminable lista de qué, cómo y cuándo que tomamos diariamente y a las que no les hacemos mucho caso porque pensamos que no impactan nuestra vida.
Hay otras decisiones más pensadas que tomamos sin saber que cambiarán por completo nuestra vida, algunas de ellas en mi caso fueron:
No casarme a los 16 años, escribirle a un desconocido en Suecia (con el firme propósito de que sería una amistad y con el que termine casada 2 años después), iniciar un emprendimiento con un producto que ni yo sabía bien cómo era.
Ahora, ya siendo emprendedora vienen muchas decisiones de tu negocio que a veces son un dolor de cabeza, ¿Lo (a) contrato? ¿Cuánto le pago? ¿Qué precio doy? ¿Lo pongo en oferta? ¿Contrato ese anuncio? ¿Me conviene ese trato? ¿Entro a tal o cual venta? ¿Le vendo a esa tienda? ¿Le doy consignación? …
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