El ciudadano ideal (para AMLO)
Este personaje mítico, incapaz de pensarse en lo individual, debe ser pobre, lo suficientemente pobre para depender de los programas sociales.
Este es el ciudadano modelo, el que López Obrador imagina, el que desea para todo el país, como un modelo único que se desvanece en el imaginario de un colectivo llamado pueblo. Su ciudadano ideal es hombre, no porque así lo prefiera, sino porque le es imposible distinguir las diferencias de género; las necesidades específicas lo confunden, es incapaz de entender demandas que no sean aquellas que él quiere para su tan amado e imaginado pueblo. Este personaje mítico, incapaz de pensarse en lo individual, debe ser pobre, lo suficientemente pobre para depender de los programas sociales. Si es capaz de generar recursos por su cuenta, éstos no deben ser demasiados. No puede ni debe aspirar a más allá de lo básico. Tampoco debe tener aspiraciones que le permitan salir de la pobreza o estudiar en el extranjero. Debe ser profundamente religioso y apegado a sus costumbres. Pero, sobre todas las cosas, debe ser silencioso y agradecido. No debe cuestionar, jamás debe ser incómodo.
Este modelo de …
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.