Por qué ya no hablar de la consulta
"Un triste espectáculo para alimentar el ego de un hombre pequeño, que ahorra en todo menos en preguntarle a su pueblo si todavía lo quieren y cuánto lo quieren."
Hemos perdido tiempo y tinta hablando de la no rifa de un avión: “…había un avión presidencial. Existe todavía, pero está en venta. Ya lo rifamos. Y todavía vamos a venderlo.” López Obrador, 2020. De la consulta que nunca fue lo que se prometió, la que buscaba “investigar a los actores políticos del pasado”, y ni el coraje que genera el descaro de la corrupción fue suficiente para emocionar al electorado con tremenda pantomima. Lo de hoy se discute, es igual, un triste espectáculo para alimentar el ego de un hombre pequeño, que ahorra en todo menos en preguntarle a su pueblo si todavía lo quieren y cuánto lo quieren.
Es tan ridículo, que las organizaciones que juntan firmas son afines a Morena. Como no les parecía correcto hablar de “revocación” contra su amado líder, violaron las reglas y le llamaron “ratificación”. Danos tu firma para que se quede el presidente. ¿Pues quién carajos, sino ustedes, está organizando algo para que se vaya? Es una tomada de pelo, carísima, por cierto.
Hay…
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