Soy mamá y no sé si quiero regresar a la oficina
Hay razones de sobra para regresar: la muy necesitada reactivación económica, porque nos urge que los asalariados compremos en la farmacia de la esquina, además, la oficina es el sitio de trabajo.
Las oficinas y los grandes corporativos planean el regreso físico. Primero regresan los vacunados y los menos vulnerables. Hay diferentes acercamientos, por ejemplo, unos toman en cuenta quién tiene la posibilidad de llegar en auto propio, bicicleta o caminando para aminorar riesgos en transporte público. Lo que me sorprendió es que a uno de los grupos de empleados a los que pertenezco, las mamás, no las tienen contempladas para el regreso en la primera etapa.
No nos quieren físicamente en la oficina (todavía) porque cualquier día cierran la escuela y regresan los niños a la casa. Más allá de lo sexista de la visión, esto puede sucederle a la mamá y al papá, lo que me asombró es que, como mamá, estoy contrariada sobre qué quiero.
Quizá no soy la única, mientras casi la mitad de los trabajadores hombres dicen estar motivados para regresar al lugar de trabajo, sólo un tercio de las mujeres tiene la misma motivación, según ManpowerGroup.
El trabajo sí se incrementó. La chamba extra en casa …
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