Del “milagro económico” al calamar: paren el juego
[Spoiler Alert] - El milagro económico surcoreano comienza a palidecer por los excesos y políticas que se olvidaron de lo básico: dar bienestar social.
Oh ll-Nam, el anciano multimillonario surcoreano, le confiesa en su agonía a Seong Gi-hun, el ganador del su perverso juego, que creó y financió ese pasatiempo lleno de humillación, suplicio, sangre y muerte “por diversión”, porque él y sus opulentos amigos alrededor del mundo estaban forrados de dinero pero aburridos, y porque aunque un caudal de riqueza corre por sus manos perdieron el entusiasmo en la vida.
Ver matarse entre sí a “los otros”, a “los nadies” – diría Eduardo Galeano –, a los miserables, a quienes no les queda nada, de las formas más violentas por un premio millonario que les devolvió el entusiasmo, declara sin rubor el hombre conectado a un respirador, ante un traumatizado Gi-hun.
Oh le ofrece una comparación odiosa con la afición favorita del fracasado chofer y con la que pretende algún día tener dinero suficiente para, al menos, ofrecerles “algo más” a su pequeña hija y a su madre, una anciana pobre y enferma, como miles de coreanos hoy en día. “Apuestas por los caba…
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