Una mini guerra fría en casa
Este es un momento delicadísimo para ejercer el periodismo en un país en el que privan la impunidad y las acciones criminales contra el gremio.
Durante varias semanas seguidas en la “mañanera” presidencial el tema central fue Carlos Loret de Mola. Varias semanas seguidas y también el tema en redes fue el dictador de Palacio y sus excesos. Semanas seguidas de discursos radicales donde unos y otros se acusan sin abonar nada más allá de lo que todos sabemos: hay una lucha entre dos proyectos de nación que, sin embargo, poco aporta a soluciones, en un país al que le urgen respuestas y, en particular, acciones rápidas y concretas para disminuir la violencia, impulsar el crecimiento económico, generar empleos en cantidad y calidad, y abatir la desigualdad lacerante que, si bien es hoy responsabilidad del presidente López Obrador y de su partido Morena, también es una herencia labrada a pulso por los gobiernos del PRI y del PAN.
AMLO encabeza un movimiento de transformación en México que, no hay lugar a dudas –y ahí están las pruebas de la corrupción y los excesos del pasado por todos lados–, ha afectado intereses económic…
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