Cuando la humanidad busca respuestas, los falsos gurús dicen tenerlas
En el momento en el que la persona se pone en un pedestal como si estuviera iluminado, hay algo que no está bien.
Uno de mis lugares favoritos es Tepoztlán, el cual visito desde que era una chiquilla. Mi papá nos llevaba a mi hermana y a mi el fin de semana a comprar piedras, cuarzos e inciensos a pesar de que a mis 9 años no entendía bien para qué servían, sin embargo había una parte mía que le llamaba mucho el misticismo. Todo el tema de las cartas, el tarot, el aura, la brujería blanca y los horóscopos me intrigaban. Leía mi horóscopo en todas las revistas que llegaran a mis manos (y les hacía caso). También leía el horóscopo del que me gustaba, ya sabes, por si acaso. Tenía necesidad de creer en algo que no fuera la iglesia católica, y que alguien me dijera qué me deparaba el futuro.
No sé si el cuestionarme demasiado la vida (soy una intensa pa’ todo, ¿qué le hago?) me ha llevado a indagar a profundidad a quién le creo y de quién dudo en temas de crecimiento personal. Mi terapeuta, quien me enseñó a trabajar en la conciencia pero también a conectar con mi lado espiritual, me ay…
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