El año bizarro
Los medios de comunicación masiva, si no han muerto, agonizan. Cada quien tiene al alcance de la yema de su dedo lo que quiere, cuando lo quiere.
Si 2020 fue el año del stop, el 2021 fue el año bizarro. La pandemia nos removió y nos encerró meses. A muchos millones los privó de lo más preciado: la vida y la salud; 12 meses después, las carencias son económicas porque la desigualdad se agudizó, pero ahora los vacíos son más existenciales, ontológicos.
Dudo que haya un individuo en el planeta Tierra que se acerque al 2022 sin algún deseo o ilusión secreta. La mía es explorar un espacio nuevo, desconocido, casi irreal, para mí: el mundo del NTF o de los non fungible tokens.
Un NTF, algo único no intercambiable que represente para ti el mundo real como una obra de arte. ¿O sea?
Yo no he intercambiado nada por nada en este momento, sólo observo y aprendo, y hago preguntas y siento que es un espacio distinto, un wild west, una tierra por explorar.
Y pienso qué tengo yo o qué puedo hacer único, como el primer tweet existente en el mundo que salió de la mente de Jack Dorsey, el creador de Twitter, quien esta semana se retiró.
¿Tendré yo o…
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