Mis amigas, tan diferentes como parecidas: yo soy ellas
Una amistad es un pilar de fuerza, mujer con mujer, mano a mano. Ellas son quienes me componen, sus problemas son mis problemas: graves y únicos.
Mis amigas y yo somos tan diferentes pero tan parecidas. Todas tenemos un poco de la otra. A veces nos asaltan las dudas, los complejos nos carcomen, el miedo nos paraliza y así nos vamos hasta regresar a ese diván de seguridad que es la amistad, ese espacio abierto donde muestras tus dudas e inseguridades. Forjamos día a día lo que somos de nosotros a través de los otros.
Una amistad es un pilar de fuerza, mujer con mujer, mano a mano. Ellas son quienes me componen, sus problemas son mis problemas: graves y únicos. Escuchar, asentir y abrazar, es lo que hacemos al vernos frágiles como un papel que va volando.
Aquí, en el diván de la amistad, abrazas y te abrazan. Resaltamos las mejores características de cada una, se lleva un registro puntual de cómo hemos crecido, de cómo nos ha costado vivir, de lo buena que es la vida o de lo terrible que en veces se muestra.
Unidas a través de la distancia, por medio de la experiencia, compartimos conocimiento, sabores y desganos. En las caminatas, …
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