Esta ciudad que nos vio juntos
Porque hay cosas que nunca cambian porque al amor a veces no lo puede todo.
Estoy sentada frente al mar que vinimos a mostrar nuestro amor.
Sentada y tomando un café como el que te gustaba, negro, amargo.
Observo a las personas que llegan a este mar y creo que sienten también tu ausencia, este mar azul se ha tornado gris, como los días nublados.
Y es que no hay mayor tristeza que dejar a alguien que quieres todavía.
Terminar con tantas cosas que ni siquiera han iniciado, que nos faltaban descubrir juntos, ese viaje, ese desayuno, ese amanecer en una tierra en la que tú y yo no pertenecemos.
Ahora está tu ausencia, y ese zumbido, pequeño y doliente de máquina que necesita aceite.
Se han dicho muchas cosas sobre cómo superar la ausencia, pero ninguna sirve para llenar este hueco ancho y hondo que has dejado. Un hoyo negro, infinito, donde observo las acciones que me hicieron decidirme por el final, busco la manera de volverte a encontrar en esta banca, en este mar, en este cielo que recorrimos juntos. Es imposible, las ausencias ocasionadas por maltrato, no s…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.