Poder violador
En la práctica, la impartición de justicia está sumamente deshumanizada porque es mejor mantener la chamba que procurarla para víctimas inocentes cuya vida ha quedado marcada desde la infancia.
En su reciente libro Violar desde el poder*, la columnista de Opinión 51, Yohali Reséndiz, nos ofrece una serie de trabajos periodísticos con los que demuestra por qué el título de la obra no es una pregunta ni pone en tela de duda la facilidad que existe para violar desde el poder.
Si bien es cierto que en este ejemplar expone casos de algunos personajes públicos, también lo es el hecho de que el ejercicio del poder para cometer abusos no se limita a quienes ostentan un cargo público.
Cito textual:
“Con base en datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que cita también la autora, México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil con 4.5 millones de casos al año, aunque la cifra pudiera ser poco realista si se considera que solo uno de cada 100 casos es denunciado.
Según el Consejo Ciudadano de la CDMX, los principales agresores sexuales de los niños son familiares, luego maestros y después sacerdotes. El 30% de los abusadores son …
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