Por Tania Pimentel
Trabajas duro, te quedas horas extra, sacrificas tu hora de comida, cumples con los objetivos, las fechas de entrega, resuelves bomberazos, te anticipas a posibles problemas y, aún así, te sientes invisible en tu trabajo. Ves como las oportunidades de ascenso, aumentos de sueldo, invitaciones a eventos y entrevistas van a otras personas. ¿Cómo puede ser posible si tú eras la persona indicada para ocupar esas oportunidades?
¿Te suena familiar? Muchas veces es más fácil achicarnos y quitarnos del reflector que dar un paso al frente, tomar esa posición vulnerable y aprovecharla para ganar visibilidad. Damos por hecho que las personas notarán nuestras habilidades y adivinarán nuestras metas sin la necesidad de abrir la boca. Si bien, tu buen trabajo hablará de tu talento, no debería ser la única “voz” responsable de tu crecimiento profesional.
Puede parecer injusto, pero las personas que se hacen notar obtienen mejores oportunidades, mientras que las que man…
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