Mi Chepita linda
Pese a que no es el prototipo de príncipe azul con el que nos enseñaron a soñar, empiezas a desear a un Sabines en tu vida o, mejor aún, ser la Chepita en tu historia de amor.
“No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti…”
Seguramente alguna vez han leído o incluso escuchado al menos un fragmento del poema que inicia así, voy a reforzar: No es que muera de amor, muero de ti… Imagínense ser quién inspire a escribir estas líneas o algo medianamente parecido. ¡Imagínense!
No podemos asegurarlo porque solo Jaime Sabines desde otro plano podría confirmarlo, pero existió una persona llamada Josefa Rodríguez Zabadúa, mejor conocida como Chepita, a quien le debemos muchos textos que igualmente te pueden poner la piel chinita, que el corazón alborotado y hasta el orgullo lastimado, incluso, todo esto ocasionado por el mismo conjunto de líneas.
Chepita, mi Chepi linda, Josecita, Amor mío; como le llamaba el poeta a su compañera de vida, probablemente fue la inspiración de algunos de sus poemas, pero con certeza es a ella a quien le debemos pod…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.