¡Sin Lolitas, por favor!
Tener relaciones con un o una menor de edad siendo un adulto no debería normalizarse.
Con una de mis grandes amigas comparto uno que otro gusto del que no nos sentimos muy orgullosas en la vida, y a modo de broma cuando me dio su opinión de la columna pasada me dijo: "Algún día aviéntate una de nuestro gusto culposo, 50 shades, aunque no la publiques, jajajá", y, ¿qué creen? Que a mí no me gusta que me anden tentando a nada porque me dejo ir, así que le contesté con un: "sí la voy a publicar, pero comparándola con un Marqués de Sade…". ¡Por supuesto que no hay nada que comparar, lo sé!, pero fue un gran pretexto para abordar este género.
No me juzguen a la ligera y seamos honestos: ¿cuántas y cuántos vieron no sólo Cincuenta sombras de Grey sino que llegaron igual que yo hasta la última entrega de la serie? Seguramente muchos más de los que están dispuestos a admitirlo públicamente, y, ¿cuántas —porque estoy segura que fuimos la mayoría mujeres— no se quedaron sólo en la película sino que además se atrevieron a comprar los libros como yo?
Aquí es donde empiezo a reivin…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.